jueves, 7 de febrero de 2013

FELIPE BERTRES TRAZA EL PLANO DE TUCUMAN

El ingeniero Felipe Bertrés nació a fines del siglo XVIII en Puntoux, en el cantón Castelnau-Magnoac, Altos Pirineos, Francia; falleció en Salta el 12 de octubre de 1856.Por referencias de la época se sabe que estudió en el Escuela Politécnica de Paris, instituto que fue transformada por Napoleón en Escuela Superior Técnica del Ejército el año 1804. Asimismo, Bertres, a los pocos años de su egreso, abandonó Francia. Según el registro biográfico del Ejército argentino, el 9 de agosto de 1808 desembarcó en Puerto Maldonado continuando viaje para radicarse en Santiago de Estero. Luchó contra los invasores ingleses .Algunos años más tarde, una vez que adoptó la ciudadanía argentina, se integró al movimiento insurreccional de 10 de mayo y se incorporó al incipiente Ejército argentino. Ingresó al Ejército del Norte como teniente de ingenieros. El 8 de mayo de 1814 fue designado Teniente de Ingenieros en el Ejército del Norte. 
Con la llegada al mando de Rondeau -quien le había encargado las fortificaciones de Tumbaya- ascendió a capitán. Participó con ella en numerosas acciones de guerra, en la tercera expedicion al Peru al mando de dicho jefe que incluyeron la batalla de Sipe Sipe. Era director de la Academia de Matemáticas del Ejército.
Lamentablemente, el 29 de noviembre del mismo año (1814) se produjo aquel decisivo encuentro armado con el resultado nefasto de los patriotas. Como resultado de esta batalla, el Ejército Auxiliar del Norte fue privado de su capacidad operativa y la responsabilidad militar de sostener la revolución libertadora en el Alto Perú, quedando librada a la acción de las guerrillas dirigidas por verdaderos caudillos patriotas, tales como Padilla, Méndez, Warnes, Muñecas, Lanza, etc.Al término de esta batalla, que causó la derrota del Tercer. Ejército expedicionario argentino, Bertres fue retenido por el Intendente de Chuquisaca para organizar la defensa de la ciudad y para cooperar en el restablecimiento de la disciplina de las tropas dispersas. Este hecho tuvo gran importancia porque determinó el retorno del militar argentino a Bolivia en años futuros.Finalizada esta etapa de su carrera, Bertres fue ascendido por el director supremo Juan Martín de Pueyrredón, el 11 de noviembre de 1816, al grado de Capitán por sus invalorables servicios a favor de la causa sudamericana.
En 1819 se estableció en Tucumán, como agrimensor oficial, trabajó durante tres años en calidad de agrimensor y como Capitán de Ingenieros de la provincia. Trazó el plano de la ciudad de San Miguel de Tucumán (1821), que constituye un precioso documento, aparte de realizar diversas tareas técnicas.
El año 1822, Bertres se trasladó a Buenos Aires, donde continuó en el ejercicio de la profesión de ingeniero. En esta ciudad, el 1 de agosto de ese año fue designado Inspector de Obras del Departamento de Policía por el Jefe de Policía, quien le encargó la confección de un plan para el ordenamiento de la nomenclatura urbana y la numeración domiciliaria que planificó dirigiendo incluso la ejecución de las placas con la denominación de cada calle.
El 12 de agosto de 1823 se aprobó este plano topográfico que constituyó el primer plano regulador de la ciudad de Buenos Aires. Asimismo, se le pidió que efectuara el ordenamiento municipal de las Sepulturas del Cementerio de la Recoleta, habiendo diseñado y construido el Mausoleo de la extinta esposa del Gral. San Martín, doña Remedios de Escalada.Ciertas contingencias políticas hicieron que Bertres deje Buenos Aires y se reincorpore al Ejército del Norte en Tucumán después de haber obtenido el grado de Teniente Coronel por sus actividades militares y técnicas
Por su impulso el gobernador Alejandro Heredia lo designó director de la Escuela siguiendo el sistema Lancasteriano. En este establecimiento, que funcionaría en el colegio de huérfanas de Nuestra Señora de la Merced, el decreto que fundamentaría su creación decía claramente en su artículo primero: "será obligación instruir a los jóvenes en los elementos de una educación moral. Civil, física y política"; sentando así las primeras bases de lo que sería la práctica de ejercicios físicos a nivel educativo, hecho que mucho tendría que ver con el origen de nuestro club décadas después. umplió, además, una serie de tareas topográficas y estadísticas, aparte de las arquitectónicas que aún están en trance de investigación.
Permaneció en Tucumán algunos años y, debido a la dictadura de Rosas, abandonó la Argentina e ingresó a Bolivia en calidad de refugiado político, alrededor del año 1832 (se quedaria en el hermano pais por 20 años), durante la Presidencia del Mariscal Andrés de Santa Cruz. Prestó servicios de ingeniero y topógrafo en Potosí y La Paz, y trazó el mapa oficial de esa República, en 1843.
El Mariscal, al poco tiempo de su arribo y conocedor de los conocimientos técnicos y de la trayectoria del militar argentino, lo invitó a incorporarse al Ejército nacional con el grado de Coronel y le encomendó la dirección y construcción de varias obras: el Palacio de Gobierno, el Teatro Municipal, la Casa de la Tercera Orden, Cuarteles, Mercados, Fuentes, la Catedral de La Paz y la de Potosí, la Iglesia de Jesús de Machaca, la de Viacha y el diseño y construcción de la Catedral de Santa Cruz.
Entre los monumentos rememorativos, Bertres diseñó el Arco del Triunfo de ingreso al pueblo de Zepita, Perú, conmemorando la batalla de ese nombre y el Arco del Cementerio en La Paz. En Sucre inició la construcción del Palacio de Justicia y la Biblioteca Nacional.
En 1844, volvió nuevamente a Tucumán,  
En 1848 paso otra vez a Bolivia, para dirigir el puente sobre el río Pilcomayo. Diseñó también la pirámide recordatoria de la batalla de Ingaví.
En 1852, de regreso en Tucumán, presidió la Junta Inspectora de Escuelas y llenó con responsabilidad numerosas comisiones oficiales. Tres años más tarde, pasó para trabajos vinculados a su especialidad a residir en Salta,donde se le encomendó efectuar un mapa de Tucumán y de otras regiones del Norte, entre ellas de la propia provincia de Salta, trabajos que desarrolló con la máxima prolijidad. Asimismo, por orden del Gobernador de la provincia de Salta, Rudecino Alvarado, mediante oficio de 14 de mayo de 1856, se le nombró Agrimensor General y Jefe de la Mesa Topográfica de la provincia y se le encargó el diseño y la dirección de la construcción de la Catedral de Salta.
El 25 de agosto de ese año, mediante oficio, Bertres se dirigió al Gobernador Alvarado presentando el “Plan General de Proyecto de la Catedral”, con sus cortes horizontales, verticales, perspectivas y otros datos complementarios, documento que contó con la completa aprobación de las autoridades.Esta obra, que resultó ser la última del ingeniero argentino, fue emprendida con el mayor entusiasmo. Lamentablemente, el 27 de septiembre de 1856, un ataque fulminante ocasionó su fallecimiento, hecho que fue comunicado por el Obispo de Salta mediante nota, al Gobernador Alvarado.
Plano de Tucuman

El 5 de diciembre de 1820, la Corte Primera de Justicia (ente que sustituía al Cabildo en ese momento) dirigió una nota a Bertrés, por entonces Agrimensor Oficial de Tucumán. Decía allí que "conviniendo al interés general de esta Provincia, tener en su Archivo público un Plano topográfico de su situación, plan y prospecto", disponía que lo confeccionase "a la mayor brevedad", y que luego se le fijaría la "competente gratificación".
Bertrés realizó velozmente el trabajo, para el cual venía compilando datos desde tiempo atrás. Lo fechó el 7 de febrero de 1821
Doce días después, se dirigía a la Corte. Narraba que se le había pedido elevar una nota sobre el plano, con los gastos realizados y el honorario. "Acompaño aquella nota, haciendo presente a su penetración, que toda facultad científica debe su mérito a la exactitud del Arte, así como su demérito al más mínimo error", empezaba.
Añadía que, "tirado el plano con sujeción a las reglas que prescribe la delicadeza de la materia, no se compensaba el trabajo con 300 pesos". Pero consideraba "las circunstancias en que se halla el país", y pensaba que la Corte se daría cuenta "de que como Agrimensor de la Ciudad debía gozar de un sueldo fijo, del que carezco, y que diariamente y en lo sucesivo aún me resta trabajo". Sobre esa base, esperaba que se sirvieran abonarle "200 pesos por vía de honorario, o lo que V.S. delibere más de su superior agrado". Meses después, en providencia del 4 de junio, se resolvió pagarle lo pedido.
El plano de Bertrés es un documento de enorme valor. Gracias a él sabemos, por ejemplo, la ubicación exacta del fuerte de La Ciudadela, así como el aspecto de los templos en la época, de los cuales dibujó el perfil. El ingeniero Antonio M. Correa copió escrupulosamente el original -cuyo paradero actual desconocemos- y lo imprimió en colores en 1916 en el "Album del Centenario".

Plano de San Miguel de Tucumán en 1816, Álbum General de la provincia de Tucumán, 1916.

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